Uno de los símbolos principales de Japón es el torii, una estructura de color rojo o naranja que marca la entrada a un santuario sintoísta japonés. Al cruzarlo, simboliza la transición de uno de profano a sagrado.
Inari es el patrón de los negocios, comúnmente hay muchos torii en los santuarios de Inari porque simbolizan el éxito financiero. Es por eso que en el monte Fushimi, el santuario Fushimi Inari Taisha está repleto de una larga fila de torii y varios negocios japoneses donaron cada uno. Los torii más antiguos datan desde el año 711 y el templo fue construido en 1499.
El ícono de este lugar es el zorro. Son vistos como mensajeros y los puedes encontrar por todo este lugar.
Este santuario tiene tantos torii en fila que uno puede tardar hasta dos horas en cruzarlo entero. Es tan popular que recibe alrededor de dos millones de creyentes en tres días en el año nuevo japonés.
El camino de los torii es bastante largo, pero conforme subes te vas adentrando más al bosque y encuentras menos personas. Para aquellos aficionados a la fotografía, o si desean tomarse una foto entre este túnel anaranjado, recomiendo que sigan subiendo para una mejor toma.
Es un paseo increíble cruzar los torii rodeado de árboles bajo el sol. A pesar de que es pendiente arriba, no lo sientes pues estar bajo tal maravilla te quita el aliento. Es como un túnel por el tiempo. Conforme te alejas de la civilización te transporta a otra época de Japón. Sientes cierta comunión con los torii y la naturaleza, como si fueran cómplices en tu viaje. La verdad es que es algo que realmente no te puedes perder si visitas Japón.
Es muy sencillo llegar allí desde Kioto, sólo tomas un tren y la estación queda justo en frente de la entrada al templo. Como es un lugar sagrado, no hay precio de entrada, así que con más razón no puedes dejar pasar de largo esta experiencia. Pasea por un pedazo del pasado de Japón y déjate llevar por el misticismo de este lugar.