Fue la primera vez que entraba a Nara, y mi primer acercamiento a su cocina vino de la señora de la recepción del Hotel Wellness Yamatoji y de las comidas que se sirven en el restaurante Yamato. Me sorprendió lo interesante de algunos de los productos locales, y me pregunté cómo es que aún no han llegado a otros países.
Hay un montón de opciones de comida envasada que se puede encontrar en la tienda de regalos en el HMI Yamatoji y en numerosos quioscos de toda el área. Son un regalo precioso, ya que son difíciles de encontrar fuera de la región de Kansai. Una opción es Somen (素 麺), pues son relativamente baratos y fáciles de cocinar por cualquiera. Los finos fideos blancos son ligeros y deliciosos, con un suave caldo o salsa. Vienen en diferentes sabores, como de camote (batata), calabaza y ciruela. Estos se pueden encontrar en otras áreas de Japón, pero son muy abundantes en Nara. También hay Narazuke (奈良 漬 け), pepinillos hechos con sake y aunque no soy fanática delos pepinillos son un regalo único para aquellos que lo son.
Cuando comiences a comprar en Nara, te darás cuenta de que hay muchos productos hechos con kudzu (葛). Su raíz de almidón se utiliza para hacer pasteles, salsas y botanas. Tiene una textura masticable y elástica que lo hace adecuado para hacer mochi y fideos. También hay kuzuyu, un espeso té de hierbas y kudzu kiri, un fideo transparente, ambos hechos de almidón.
Hay otros alimentos frescos que debes probar pero no podrás llevar contigo. Uno es kaki no ha sushi o sushi envuelto en hojas de caqui. La envoltura agrega un sutil y agradable aroma y sabor al sushi y lo hace único. Otro es el simple chagayu, que es el arroz cocinado en el té verde. El tofu Goma, hecho de sésamo (ajonjolí) y kudzu en lugar de granos de soya se sirve comúnmente como un plato en los restaurantes y es algo para lo que debes dejar espacio.
Ir por las tiendas en Nara puede ser muy interesante, ya que se ve una gran variedad de botanas y artesanías, especialmente cerca de los principales templos y santuarios en la ciudad. Es difícil resistirse a las lindas cajas de colores con dibujos de ciervos mascando senbei o tomando té verde, pero pon atención en la comida tradicional envuelta en hermosos colores pastel. Estos productos alimenticios se han perfeccionado durante varios siglos y son el orgullo de los lugareños.