Discover a cafe where you can feel the spirit of Ninomiya Sontoku, the deity of Hotoku Ninomiya Shrine. Sip on Italian coffee while you try an Edo-period meal called gojiru (miso soup with mashed soybeans) while surrounded by the beauty of nature.
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At Pan no Mimi, you can try some truly delicious and unique bread-based food. Along with their assortment of hot sandwiches like tuna-cheese or ham and cheddar, don't look over the bread gratin—seafood gratin and cheese baked into half a loaf of fresh bread.
Box Burger serves some of the best Ashigara-beef hamburgers in the prefecture. When you order one of their juicy, thick burgers, don't forget to grab one of the handmade shakes to go with it. Try Vancouver Coffee here, a local Atsugi brand and made from Kyoto arabica beans, which will also be sure to keep you going for the rest of your trip!
El castillo de Odawara fue construido en el siglo XV por Daimyo Hojo Soun. Fue demolido por el gobierno de Meji en el siglo XIX y reconstruido en 1960, hoy el castillo de 5 pisos está en la cima de una colina. Dentro del castillo hay exhibiciones sobre la historia del edificio, así como exhibiciones de armaduras y espadas. El piso superior ofrece una hermosa vista del parque y la ciudad circundante. El castillo también es famoso por sus flores de cerezo y muchas otras flores, como ciruelos, azaleas, hortensias y flores de loto. Hay un museo ninja en los terrenos del castillo y también cuenta con un pequeño museo samurái dentro de la misma área.
El templo Daiyuzan Saijoji en Minamiashigara es un impresionante templo del budismo “Soto Zen”. Los terrenos del templo, que fueron construidos hace más de 620 años, contienen alrededor de 30 salas ceremoniales y otros edificios del templo. El templo está rodeado por un impresionante bosque de cedros. En el templo, los novicios reciben su formación religiosa formal para convertirse en monjes. Hay 3 salas impresionantes en los terrenos del templo que vale la pena visitar: Hondo, Kaisando y Myogaku Hall. El templo tiene una profunda conexión con las criaturas míticas de los Tengu, esas criaturas tienen un lugar especial en la religión popular japonesa. Por ejemplo, se dice en el folclore que los Tengu apoyaron de varias formas al sacerdote Zen, quien construyó el Templo Daiyuzan Saijoji.
Descansando sobre las colinas verdes, se encuentra Hakone, un oasis en medio de la naturaleza.
